leche merengada, para tu café

Ingredientes:

• 1 litro de leche
• 200 g. de azúcar
• 1 ramita de canela en rama
• 3 claras de huevo
• 150 g. de azúcar
• canela molida para decorar

 

 Elaboración:

1. Hervimos la leche y si es entera la deberemos colar para que no quede ningún resto. La volvemos a poner al fuego, ahora bajito, con la rama de canela y los 200 g. de azúcar. No dejéis de remover porque enseguida se pega en el fondo. Dejar dos o tres minutos para que se aromatice bien. Si hace falta, la volvemos a colar y dejamos que enfríe totalmente, bien filmada para que no pierda el rico olor de la canela.
2. Volcamos la leche en el recipiente en el que lo vayamos a congelar y lo dejamos hasta que veamos que empieza a cristalizar, alrededor de dos horas.
3. Yo antes, justo en este punto montaba las tres claras a punto de nieve firmes, les añadía el azúcar y seguía montando hasta que el azúcar se integraba perfectamente con las claras, dejando un merengue muy firme, y se lo añadía, removiendo con varilla a la leche algo congelada, pero he descubierto que si, cuando empiezo con el proceso de la leche, dejo las claras a temperatura ambiente con el azúcar, durante más o menos esas dos horas que necesitamos, después el merengue es muy firme y sobre todo que mezcla mucho mejor con la leche, queda más homogéneo y la textura es muy fina y delicada.
4. Sea cual sea vuestra elección, debemos mezclar bien y volver a congelar. Y deberemos repetir este proceso al menos dos o tres veces más, para conseguir una mezcla muy cremosa, aunque algo cristalizada, pero deliciosa.
5. Los que tengáis heladera debéis helar primero la leche sola y después añadirle las claras montadas, y ya meterlo a congelar.
6. Servir con algo de canela por encima.

Nota: es una receta supersencilla, pero deliciosa, que acompaña perfectamente un café, o para la merienda de los niños. Espero que os guste. 
Otra nota: os recomiendo que utilicéis canela de buena calidad, que tenga mucho aroma, se nota la diferencia.